El campo de las Ciencias Sociales siempre se encuentra en complejos procesos de revisión y de cuestionamiento sobre su pertinencia en el currículo educativo de nuestro país. Desde hace más de treinta años, en más de una ocasión, las personas que encabezan los esfuerzos educativos del país han ayudado, de forma directa o indirecta, de manera intencionada o no, a poner en duda la contribución de las Ciencias Sociales en la formación de los estudiantes. En diferentes espacios académicos o escolares, los especialistas de la materia han presentado robustos argumentos para evidenciar explícitamente la importancia de las Ciencias Sociales.

Por lo que nunca dejará de ser imprescindible ante los embates “modernizadores” de corte neoliberal, mecanicista y meramente técnico el colocar en la palestra de la discusión la relevancia formativa de las Ciencias Sociales y las Humanidades para los estudiantes de los diferentes niveles educativos. Actualmente, se considera que la educación de las niñas, los niños y jóvenes del país debe cubrir, al menos, tres aspectos esenciales: el personal, el interpersonal y el social.

Los tres aspectos son atendidos desde las Ciencias Sociales. En lo referente al elemento personal e interpersonal, se considera que los estudiantes han de formarse como ciudadanos y personas críticas que actúen en las diferentes colectividades a las que pertenecen. En este asunto, el Derecho, la Sociología, la Antropología, la Historia y la Filosofía, por ejemplo, resultan fundamentales para que los estudiantes encuentren sentido a su existencia, actúen conforme al contexto social en que se encuentran inmersos, pero en el que también estén en posibilidades de modificarlo si es preciso para un mayor beneficio común.

En lo referente al entorno social, las ciencias sociales son claves, ya que los estudiantes podrán adaptarse y responder a las necesidades de su contexto. También, les permite a los estudiantes comprender en toda su complejidad la sociedad en la que se encuentran y con la que interactúa todos los días. En este sentido, les ayuda a desarrollar una serie de habilidades y destrezas enfocadas en comportamientos positivos con el fin de adaptarse en diferentes escenarios y comprender que las relaciones sociales son cambiantes de acuerdo con el contexto.

El conjunto de disciplinas sociales y humanas apoyan en que los estudiantes conozcan mejor el mundo como un espacio cambiante y multicultural que tienen trayectorias históricas diversas. El conocimiento que los estudiantes desarrollen sobre estos aspectos los posibilitará para hacerse de herramientas analíticas que respondan a sus necesidades y las de su entorno. En términos generales, las ciencias sociales y las humanidades influyen para que desplieguen un pensamiento crítico, la empatía y la responsabilidad en su toma de decisiones y en sus acciones. (Continuará).