El Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) inició esta semana en Puerto Morelos los trabajos de desmonte de selva para la construcción de la estación correspondiente del tramo cinco norte del Tren Maya, que abarca de Playa del Carmen a Cancún.

Sin embargo, activistas por el medio ambiente argumentan que tal como ocurrió en el tramo cinco sur, el gobierno federal comenzó la obra sin contar con los permisos medioambientales correspondientes.

Los trabajos de desmonte comenzaron alrededor del 13 de julio, pero la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) fue ingresada a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) el 14 de julio.

“A pocos días de la audiencia que decidirá el destino del tramo cinco, rompen la ley, le faltan al respeto a la autoridad del juez y traicionan a todos los mexicanos (...) México merece mucho más que un proyecto mal planeado, que uno ilegal”,

dijo José Urbina Bravo, activista e integrante de la organización, ‘Selvame del Tren’.

Asimismo, indican que mediante la organización Defendiendo el Derecho a un Medio Ambiente Sano (DMAS) se promovió un amparo que fue admitido para la suspensión provisional del tramo cinco del Tren Maya, que va desde Cancún a Tulum.

Las obras se encuentran en el kilómetro cinco de la ruta de los cenotes, donde las excavadoras ya abrieron una brecha de ambos lados de la carretera, que conecta a Puerto Morelos con la localidad de Leona Vicario.

De acuerdo al documento, será utilizada para la construcción de una de las estaciones del tramo, que tendrá una superficie de más de 121 mil metros cuadrados, en donde se construirá un vestíbulo, zona comercial, servicios públicos, zona de abordaje, locales técnicos y área operativa.

Según la MIA, el proyecto del Tren Maya afectará 194.93 hectáreas de selva mediana en los tres municipios del tramo cinco norte.

En cuanto a la afectación, indica que como parte del diseño del proyecto, se contemplan 60 pasos de fauna para garantizar la conectividad entre ecosistemas y áreas sujetas a conservación.