En Quintana Roo más de 17 mil niños se encuentran en situación de calle, abandonados por sus propios padres o siendo explotados por familiares o grupos criminales, quienes los obligan a trabajar o a mendigar para poder sobrevivir.

La información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), así como del Sistema de para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), destaca que al menos ocho de cada 10 menores de 12 años ni siquiera cuentan con un acta de nacimiento, por lo que “son invisibles” para los gobiernos.

Apenas el pasado fin de semana, agentes policiales rescataron a uno de estos niños, de apenas 11 años, que llevaba meses viviendo en las calles de Tulum.

El menor de edad sobrevivía de los pesos que ganaba como limpiaparabrisas, pero solo alcanzaba a costear una comida al día.

Dormía entre cajas de cartón y basura en la esquina de un supermercado, según constataron las mismas autoridades. Tras ser rescatado de las calles, el menor relató que  había escapado de su hogar desde hace varios meses, debido a que sufría violencia por parte de su padrastro.

El Sistema Nacional de Protección de Niñas y Niños ha señalado a través de comunicados en repetidas ocasiones que el mayor porcentaje de infantes abandonados o en situación de calle se encuentra en las ciudades de la zona norte de la entidad.

 

Aunque a diario los Grupos Especiales de Atención a Víctimas de Violencia Familiar y de Género (Geavi) de la Policía Quintana Roo, rescatan –aproximadamente- de cinco a siete niños en esta situación; al día siguiente aparecen muchos más.

Explicaron que la mayoría de estos menores son devueltos a sus padres, no sin antes investigar las causas que provocaron su escape, para determinar si existe un delito que perseguir.

Puntualizaron que lamentablemente en varias ocasiones ha sido difícil ubicarlos, debido a que carecen de un medio de identificación, por lo que casi 100 de estos menores son ingresados a las casas hogar de su respectiva ciudad.